
“Reputin del orto” le decía en tono maradoneano el señor diego armando a Putin en el mundial de Rusia. Siempre en el asqueroso tono que lo caracterizaba y recaliente porque habían programado un coctel a las 09:30hs y un dios se levanta a la hora que le dan las boles.
Hoy todo el arco occidental embate contra Rusia y su hostilidad con el país vecino de Ucrania, lamentablemente tenemos en los titulares de los diarios nuevamente la palabra “GUERRA”. Pero no importa donde sea… la guerra siempre trae destrucción y muerte. Y aunque creamos en los ciclos como expresión natural del universo, ninguna infancia merece ser bombardeada. Y es una vergüenza que suceda esto en pleno S. XXI, habla de mucho de nosotros como especie.
No importa el bando, la franja, el color, la ideología o el credo, la guerra es inentendible y ningún pueblo debería vivirla ni convivir con esa situación.
No vamos a entrar en la hipocresía de las redacciones de los grande multimedios, ni de los propios civiles que siguen ordenes de ellos o de intereses que son extranjeros, foráneos, anacrónicos, pasamos de todo eso en pro de repudiar abiertamente el conflicto, a los hostigadores y a quienes foguean continuamente esta clase de conflictos.