Si alguien hubiera dicho hace 15 años que existirían monedas virtuales, seguramente la gente se hubiera sorprendido. Algunas personas sabrían más o menos como funciona la farsa en la que estamos inmersos y hubiera dicho «se hace, hace años».
Nuestro sistema de confianza en una moneda nace como necesidad de bancar el sistema yankee, y como en ese momento tenía el garrote más grande el mundo entero no tuvo otra opción que acatar la orden. Y no estamos hablando de ningún tipo de teoría conspirativa, la historia no necesita de nada de ello. Es tan obsceno que ni siquiera se esfuerzan por esconderlo.
Entonces, tenemos una moneda internacional impuesta mediante garrote. Nace una necesidad, la de la libertad. Eso es hoy el mundo cripto, un lugar donde la libre oferta-demanda fija precios de divisas y los estados no pueden manipular los precios de manera directa. Ya sea emitiendo o comprando-vendiendo.
¿Y el anarquismo?
Bueno, según definición es toda creencia ideológica o política que lame a erradicar el estado, como monopolio del uso de la fuerza legitimo y defender la libertad del individuo por sobre todo. Aunque existen distintos tipos de interpretaciones del anarquismo en este caso nos vamos a centrar sobre la económica participativa, que es un tipo de anarquismo que propone tener participación sobre las decisiones económicas.
En ese punto es en el que la comunidad de las criptodivisas se nutre del anarquismo, la cadena de bloques no solamente va a cambiar la forma de transaccionar económicamente, también la forma en la que los almacenes se gestionan y los municipios funcionan. Tardara más o menos tiempo pero en un curso natural todo se va a hacer cripto.
Imaginemos el caso, supongamos que en el 2040 la ciudad de Ushuaia necesita reformar nuevamente la carta orgánica, persiguiendo algún objetivo concreto. Sea cual sea. Y en lugar de andar con los gastaderos de dinero de elecciones y otras yerbas vamos a poder votar como ciudadanos desde la comodidad de nuestra casa en el plebiscito que apruebe o desapruebe esa modificación.
Vamos un poco más allá, discutir y aprobar punto por punto como ciudadanos en encuestas libres y en tiempo real. Como si estuviéramos en un gran foro digital.
El ejemplo anterior es un ejemplo del uso de blockchain, otro ejemplo podría elegir si mandamos limones a China o si vendemos peras a Rusia, participando activamente de la decisión atreves del uso de un sistema que valide que nosotros somos ciudadanos y tenemos plena facultad de voto.
¿Las criptomonedas y el anarquismo están relacionadas?
En algún punto tienen una relación en la percepción del mundo, ambas quieren que la gobernanza sea menor. Una sobre el individuo y otra sobre los valores de las divisas. Se podría considerar que el uso de criptomonedas es una especie de ejercicio del anarquismo.
Y esto recién comienza, pronto, tal vez en el próximo lustro. El mundo que conocemos hoy deje de existir y sea el extraño mundo del mañana.